La Cátedra Andrés Bello es dirigida por Iván Jaksić, Magister y Doctor en Historia de la Universidad Estatal de Nueva York, académico de la Universidad de Stanford y miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua. La Cátedra busca cultivar y difundir el pensamiento de Andrés Bello, arquitecto de la organización jurídica del país, así como influyente gramático, filósofo, literato y educador en toda Hispanoamérica.
Andrés Bello (1781-1865) es una de las figuras intelectuales más reconocidas de la historia hispanoamericana. El primer centenario del nacimiento de Bello fue celebrado en 1881 con el inicio de la publicación de sus Obras completas. Desde entonces, el mundo de las letras tomó conciencia de la enorme presencia intelectual de Bello.
El nombre de este pensador pasó a ser tan familiar como el de los grandes próceres de la independencia. De hecho, se retrata a Bello, junto a Francisco de Miranda y Simón Bolívar, como un pilar de la Independencia hispanoamericana y como un humanista que logró con la pluma mucho más que los guerreros con las armas.
La reputación de Bello ha tenido un efecto paradójico. Por una parte, ha provocado una especie de cristalización de su figura que inhibe nuevos intentos de interpretar su vida y su obra. Por otra parte, dada la variedad y complejidad de los escritos de Bello, el estudio de sus textos ha derivado en una empresa altamente especializada que, aunque valiosa para comprender la riqueza de sus trabajos individuales, no ayuda necesariamente a comprender la unidad o significado global de su obra. Incluso aquellas excepciones valiosas que han evaluado la totalidad del corpus, tienden a enumerar sus múltiples vertientes sin ofrecer una visión de conjunto.
Como resultado, Bello sigue siendo una figura familiar y a la vez enigmática, una presencia que se reconoce pero que no se puede explicar. Las celebraciones que recuerdan la importancia de sus aportes nos hablan de una vida ejemplar en la investigación y en la administración pública. Además, se destaca su compromiso con el imperio de la ley y su visión continental. Sin embargo, a pesar de la abundancia de estudios sobre prácticamente cada aspecto de su obra y a pesar de los pronunciamientos obligatorios en su honor en los encuentros nacionales e internacionales, una evaluación académica del significado de su proyecto político e intelectual, e incluso aspectos importantes de su vida personal, requiere de una preocupación y cultivo constante.
La Cátedra busca promover una revisión crítica de la obra de Bello, una que de mayor énfasis a los vínculos entre sus diferentes temas de interés, antes que a la acostumbrada compartimentación en disciplinas separadas. El objetivo principal es demostrar que el significado de Bello se comprende mejor cuando se sitúan sus obras y acciones en un contexto histórico. Y el contexto, en este caso, fue la gran transición de las colonias hispanoamericanas a la condición de naciones, que Bello no solo vivió, sino que dio una dirección y curso particular.
Una variedad de otros actores del período experimentaron esta transición, pero pocos elaboraron una agenda de construcción nacional con la tenacidad, conocimiento y originalidad de Bello, quien identificó el orden como el desafío más importante de la Hispanoamérica independiente.
Este enfoque le permitió dar sentido y coherencia a su labor intelectual y pública. Le permitió además contribuir de una manera decisiva a la consolidación del Estado nacional, e introducir la idea de un orden moderno que permitiera a las nuevas naciones crear sus propias instituciones a partir de las condiciones locales y una mayor conciencia de lo logrado en otros países del orbe.
Bello representa una de las trayectorias intelectuales más importantes del siglo XIX. La Cátedra destacará el papel central que jugó Bello en el proceso de organización de las naciones y del Estado. A pesar de que no puede ser clasificado con facilidad ni como liberal ni como conservador, Bello es sin embargo una figura clave en el esfuerzo por definir y crear modelos políticos viables después de la Independencia.
El tema principal en Chile, donde Bello pasó la etapa final de su vida entre 1829 y 1865, no difería mucho del patrón continental de preocupación e inquietud respecto del cambio político en las nuevas naciones. Chile era un país en el que resultaba posible tanto el liberalizar, aunque gradualmente, como el fortalecer y centralizar las instituciones del Estado. Bello comprendió este potencial con singular claridad, y orientó su obra hacia dirigir y legitimar este proceso.
Andrés Bello es un ejemplo extraordinario de las complejidades personales e intelectuales generadas por el proceso de Independencia: una persona formada en el régimen colonial, leal a éste, pero que en último término fue uno de los pensadores más influyentes en la transformación de las colonias en naciones.
Mientras que algunos miembros de su generación fueron atraídos por el pensamiento de Rousseau y de los philosophes de la Ilustración, Bello se mantuvo fiel a su educación clásica y religiosa. Lamentó el colapso del imperio español, intentó retornar a él en un momento crítico, pero al final se entregó de lleno a la causa de la Independencia. No obstante, para él la Independencia significaba, no un quiebre total con el pasado o un nuevo orden revolucionario, sino una transición hacia el restablecimiento del orden legítimo. Su logro más importante, la introducción de una nuevo legislación civil, muestra hasta qué punto asumió las realidades de la Independencia y se convenció de las virtudes del republicanismo, sin por ello abandonar aspectos cruciales del pasado colonial.
La cátedra actualizará la edición de las obras de Bello y realizará encuentros para discutir su relevancia y proyección en la actualidad.
Rector UAI Harald Beyer, dio la bienvenida a la comunidad con la presencia de Iván Jaksic, Director de la Cátedra Andrés Bello de la UAI, quien dictó la charla “Andrés Bello y Constitución”.
