Un inicio light

24 de Septiembre 2017

Agárrense de las manos…”. Hace unos treinta años, el conocido cantante venezolano, José Luis “Puma” Rodríguez se hizo famoso en nuestro país con esta canción, que sonaba casi diariamente en las radios de la época. Hoy nuevamente parte de los chilenos andan tarareando la pegajosa letra, aunque por razones distintas.

Porque esa es una de las pocas cosas que han quedado dando vueltas en el ambiente, luego de esta primera semana de propaganda legal con miras a las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales que tendremos en noviembre. El añejo estribillo del Puma ha vuelto a escucharse fuerte, pero no por razones artísticas, sino porque fue el candidato de Chile Vamos y expresidente, Sebastián Piñera, quien logró reversionarla -e incluso bailarla- como jingle de campaña.

Al son de esa canción y con noticias enfocadas en lo musical y semántico -con el cambio de slogan de Carolina Goic, que pasó de la “Patria resiliente” a “Yo me atrevo”, sin que quede claro a qué se atreve-, se dio inicio a esta carrera que mezcla lo kitsch con lo light, sin dejar mucho espacio al debate de ideas. Debate que, por cierto, Sebastián Piñera ha rehuido hasta ahora.

Aunque debiera haber sido una semana de descubrimientos respecto de los candidatos y de sus propuestas, en realidad fue la antigua canción y un par de anécdotas todo lo que se puede evaluar. Las grandes noticias estuvieron en estos días en la polémica por el secreto de la Comisión Valech y en las críticas de la UDI hacia el nombramiento de la Mandataria como mediadora de conflictos en la ONU. Pero no en los candidatos. ¿Propuestas? Nada rescatable. Quizás el lanzamiento del plebiscito con que el Frente Amplio y Beatriz Sánchez pretenden organizar su set de ideas para Chile podría haber dado qué hablar, si no fuera a destiempo. Dos meses antes de las elecciones se esperaría que la candidata tuviera alguna idea de por qué quiere ser presidenta. Pero además, lo anterior se vio opacado por la negativa de la abanderada a participar del programa “En buen chileno”, debido a la presencia del panelista Sergio Melnick, ex ministro de Planificación de Augusto Pinochet, entre 1987 y 1989.

Se puede concordar en que esos no son los mejores pergaminos e incluso se puede debatir respecto de la conveniencia de u que Melnick sea panelista, pero como periodista, Beatriz Sánchez debiera tener claro que el veto y la censura no son una buena compañía, menos cuando se pretende gobernar el país. ¿No habría sido más coherente asistir al programa y debatir con el personaje? ¿O en realidad se trata de una estrategia de campaña para posicionarse hacia la izquierda? ¿Realmente puede apuntar a conseguir el esquivo voto de los desmotivados con un Giorgio Jackson que compara a un medio de comunicación donde la libertad de expresión es un punto esencial, con Punta Peuco?

En este escenario, el mayor ausente es Alejandro Guillier, quien intenta golpear a diestra y siniestra -tanto a Beatriz Sánchez como a Piñera-, dando palos de ciego, sin lograr posicionarse ni a la izquierda ni a la derecha. Tampoco en el centro. Mención aparte merece el tiempo valioso que tuvo el candidato de Unión Patriótica, Eduardo Artés, en “Aquí está Chile”. Porque los debates respecto de la democracia en Cuba o Venezuela son habituales. Pero escuchar a alguien decir que en Corea del Norte existe un tipo de gobierno que respeta los derechos, la libertad de expresión y donde el poder total no está concentrado en una mano, raya con la locura. Ni a Alejandro Navarro se le ha ocurrido algo así. ¿Alguien se acuerda de algo más de lo que dijo Artés?

En parlamentarias, los candidatos de la región tampoco tuvieron un inicio muy llamativo, aunque al menos hubo algunas propuestas sonando en el ambiente. Sin embargo, en lo local las noticias estuvieron dadas más bien por la dificultad de la candidata del PS, Isabel Allende, para generar una campaña potente -con críticas desde su propio partido- y con el “grupito aparte” que han conformado el actual senador Ricardo Lagos Weber y el diputado Marco Antonio Núñez, más que en el devenir de la campaña.

De los postulantes a la Cámara y al consejo regional no se ha sabido mucho. Y el silencio no es buen aliado en una maratón de dos meses, en la que las fotos sonrientes están relegadas a algunas plazas y el respaldo ciudadano aparece cada vez más difícil.

Con una campaña acotada en recursos y en tiempo, es necesario que las propuestas comiencen a ocupar el espacio. El inicio fue light, marcado por las fondas, los pies de cueca y el ambiente dieciochero. Ahora es cuando la cosa debiera venirse en serio si se espera convocar al esquivo votante nacional.

Publicado en El Mercurio de Valparaíso.

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