Se regala plata

12 de Abril 2012 Columnas

Una cosa es que las noticias salga lo que no es, pero más complicado todavía es que no se publique lo que sí es. Hace pocos días el presidente del banco central estadounidense declaró que la tasa de política monetaria se mantendría en niveles cercanos a cero hasta, por lo menos, fines del 2014. ¡Están regalando plata y no ha salido en ninguna parte!

Tal vez no hizo noticia porque no es exactamente lo mismo que regalar la plata porque hay que devolverla. Pero no es menos cierto que poder tomar algo prestado sin dar nada a cambio y hacerlo continuamente es bien parecido a ser dueño. Y ya van más de tres años desde que la tasa se bajó a estos niveles.

Las chances de que cayera tan abajo como al 0.25% actual eran bastante bajas: algo así como 6%. Que se siga mantenido en este nivel hasta el 2014 es algo que uno esperaría que pasara ¡cada 70 años! Algo tan infrecuente amerita titulares.

La tasa de política es determinante para los consumidores y empresas. Mientras más baja, menores son los incentivos para guardar el dinero con el objeto de gastar más en el futuro y mayores aquellos para consumir e invertir hoy. La mayor demanda por bienes estimula la producción, lo que es relevante cuando el mundo está creciendo más lento de lo normal.

El dinero adicional llega a la economía de dos formas. La primera es a través de los gobiernos que están vendiendo sus bonos al banco central y la segunda es a través de los bancos que toman prestado estos fondos para, a su vez, facilitarlos a las empresas y personas. El problema aquí es que en una economía de mercado no es posible obligar a las entidades financieras a prestar y no lo estaban haciendo porque su liquidez y solvencia estaba aún en entredicho.

La buena noticia es que en EE.UU. el crédito -haciendo todos los ajustes- comenzó a recuperarse a fines del 2011 y ha vuelto a los niveles previos a la gran crisis financiera. Las malas son que los préstamos en Europa siguen cayendo.

Las perspectivas de mediano plazo para los activos de riesgo –acciones y bonos de menor clasificación- no son malas.

La economía mundial, como siempre lo hace, va a recuperarse eventualmente y las tasas de política comenzarán a subir al igual que de los bonos de mejor clasificación de riesgo. Especialmente, porque el efecto final de una expansión monetaria tan extendida será una mayor inflación en los países desarrollados.

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