Se apaga la estrella del PPD

16 de Mayo 2016 Noticias

 

El ex presidente Ricardo Lagos se valió de su cuenta de Twitter para tirarle las orejas al partido que contribuyó a fundar: “La renuncia de Pepe Auth obliga al PPD a volver a sus principios como un partido plural y transparente. Basta de clientelismo en la política”, sostuvo. Tiene razón Lagos. El PPD nació en un momento histórico crucial para Chile, a fines de los años ochenta. De ahí su nombre: su misión original era recuperar la democracia. Acompañando a dos partidos con décadas de carrete (el PS y la DC), el PPD comenzó a forjar su propia identidad al interior de aquella exitosa coalición llamada Concertación. El PPD cobijó a personas con sensibilidades políticas relativamente distintas bajo un gran paraguas de centroizquierda. Fue un espacio especialmente atractivo para la generación joven que combatió a la dictadura y luego debutó en el aparato público en los noventa.

A casi 30 años de su nacimiento, el PPD tiene un olorcillo rancio. Después de una infancia feliz y una adolescencia palaciega, su estrella se apaga. Según algunos, como el propio Auth, el partido viró insensatamente a la izquierda, renunciando a representar a sectores más liberales y menos autoflagelantes. Otros le echan la culpa al clientelismo, aquella mala práctica que consiste en negociar apoyos electorales a cambio de prestación de favores políticos. Tal como ha sugerido el senador Ricardo Lagos Weber –contestándole a su padre- el PPD no es el único partido clientelista en Chile. Seguramente no lo es, pero mal de muchos es consuelo de tontos. Por lo demás, ciertas figuras controvertidas del partido –como la del senador Guido Girardi- han alcanzado categorías mitológicas en su capacidad de controlar máquinas partidarias y estructuras del estado en beneficio propio.Girardi es, en gran medida, el blanco de las críticas de Auth y Lagos Escobar.

En rigor, son pocos los que se salvan. Nuevas indagaciones en el marco del financiamiento irregular de la política indican que durante el mandato de Carolina Tohá, el PPD también hizo triangulaciones indebidas con dineros de SQM. La caja de pandora que abrió Peñailillo para hostigar a la UDI se transformó en un boomerang contra su propia tienda. De hecho, a estas alturas va siendo raro encontrar un caso de corrupción donde ningún PPD tenga participación. En la mayoría de estos casos –como en la tóxica situación del eterno alcalde Jaime Pavez de La Pintana- el partido no se inmuta.

Mucha razón tienen entonces Ricardo Lagos y Pepe Auth. Por supuesto que aún existe gente valiosa y honrada en su partido. Pero la creciente percepción es que se transformó en una caja pagadora de prebendas. Los ideales ochenteros del progresismo se fueron apagando ante la urgencia –menos noble- de las necesidades funcionarias y el apetito de poder.

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