Señor director:

Los resultados de la última encuesta CEP muestran que la clase política no representa a la ciudadanía. Este diagnóstico no debería sorprender. Desde 2010 ninguna coalición obtiene una aprobación mayor al 30%. El 10% de aprobación actual confirma la crónica de una muerte anunciada.

Cabe preguntarse quiénes representan los intereses comunes de los chilenos. La primera encuesta nacional de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología efectuada a un universo de personas cinco veces mayor que la encuesta CEP, entregó luces que no se deberían pasar por alto. Este sondeo inédito efectuado por Explora-Conicyt arrojó que médicos, ingenieros y científicos son los profesionales mejor valorados.

El resultado es transversal por género, región y condición socioeconómica. Dentro de las 12 disciplinas evaluadas por los encuestados, los políticos fueron los peores evaluados. De esto se podría inferir que la sociedad anhela un grupo más tecnócrata en los puestos de poder. Sin embargo, la lectura debe ser más profunda.

Quienes dedican sus carreras al desarrollo de la ciencia y la tecnología están motivados por la búsqueda de la verdad y por cómo  solucionar problemas concretos de la sociedad. La ciudadanía aprecia esta vocación auténtica  y empatiza con esos intereses éticamente correctos. Es de esperar que el mea culpa de rigor despierte a la clase política. Que se inspire en el espíritu del quehacer científico, y que el alto grado de indiferencia y aislamiento no la termine de sepultar.