¿Cómo evaluar una propuesta de pensiones?

26 de Agosto 2017 Columnas

Las campañas presidenciales y el proyecto de ley propuesto por el gobierno ofrecen un variado espectro de soluciones a las bajas pensiones que observamos. Es probable que todas las propuestas coincidan en la necesidad de inyectar más recursos al sistema y, por lo tanto, aumentar la cotización individual.

Con respecto a otros aspectos de las propuestas, compararlas y evaluarlas se vuelve difícil. Por lo que propongo concentrarnos en algunos conceptos y preguntas claves para entender cómo una propuesta puede cambiar el sistema de pensiones.

Al evaluar un sistema de pensiones, siempre tenemos dos prismas: ¿Es este un mejor sistema para mí? o ¿es este un mejor sistema para el país? En muchos casos ambas respuestas no coinciden y, por lo tanto, se debe decidir si queremos evaluarlos desde una perspectiva individual o pensando en la sociedad. La mayoría de las propuestas incluyen, en distinto grado, aumentos de la seguridad social. Es decir, el sistema de pensiones debe hacerse cargo de individuos que no pudieron generar los ahorros para jubilarse. Esto significa indudablemente que no todo nuestro ahorro se convertirá en nuestra pensión y, por lo tanto, parte de la mejora del sistema implica una componente social.

Un segundo elemento para evaluar una propuesta desde una perspectiva social es el siguiente: ¿Debe evaluarse los cambios en el sistema en el corto plazo o evaluarse en el “largo plazo? Cabe hacer notar que si hay algún cambio en el sistema de pensiones, sólo en 45 años veremos su efecto para trabajadores que sólo usaron el nuevo sistema. Esto es lo que muchos llaman “en régimen”. Luego, evaluar su efecto antes de 45 años implica evaluar la combinación de dos sistemas. Algunas propuestas también incorporarán cambios transitorios, de manera que pensiones actuales se parezcan a pensiones futuras, sin esperar 45 años. Luego, es difícil evaluar cuál es la medida de éxito de una propuesta. ¿Es mejor si en “régimen” da mejores pensiones? o ¿es mejor si llega a esas mejores pensiones más rápido?

Finalmente, se debe evaluar el financiamiento. Dado que Chile no es un país al cual le sobren los recursos, la propuesta debe asegurar su financiamiento, con supuestos realistas de crecimiento, cambios demográficos y funcionamiento del mercado laboral. Estos elementos nos permitirán evaluar si una propuesta satisface tanta las necesidades personales como el diseño de un sistema para nuestros hijos y para Chile.

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