“Chile se puso las pilas” hacia la Energía del siglo 21

10 de Noviembre 2017 Columnas

Definitivamente durante el actual gobierno, “Chile se puso las pilas” en materia energética y avanzó a pasos agigantados en la incorporación de energías renovables, principalmente ERNC, a su matriz energética. Si bien el entorno de inversión favorable y la abundancia de recursos naturales son factores clave en el fomento del desarrollo de la energía renovable, el liderazgo del gobierno chileno a través de reformas políticas y licitaciones exitosas también ha sido fundamental en la transición energética del país.

Cabe destacar que en los últimos 20 años, Chile ha ofrecido a los inversores privados un clima de inversión muy favorable. Es uno de los países más exitosos de Sudamérica en términos de estabilidad institucional y política, políticas macroeconómicas sólidas y reformas orientadas al mercado. Como resultado, el país ha logrado una expansión económica extraordinaria durante los últimos 30 años, lo que ha llevado a una reducción de la pobreza a gran escala. La alta y sostenida tasa de crecimiento económico, junto con las reformas institucionales implementadas, le permitieron a Chile convertirse en el único país de América del Sur en ser miembro de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE 2016).

En el presente gobierno de Michelle Bachelet, Chile ha experimentado una notable transformación energética. El interés de los inversores en energías renovables ha aumentado rápidamente. A pesar de un mercado de energía relativamente pequeño, Chile se convirtió en el segundo mercado más grande, después de Brasil, para la inversión en energía renovable en América del Sur. La inversión excluyendo las grandes hidroeléctricas alcanzó un nivel récord de aproximadamente US$ 2.400 millones en 2015, lo que supone una inversión acumulada de alrededor de US$ 9.200 millones entre 2013 y 2015. Se espera que crezca aún más. En el mismo año, el 76% de la inversión total en generación de electricidad provino de tecnologías de energía renovable, lo que demuestra el papel crucial que desempeña esta industria. Chile ocupó el 10° lugar en la lista de los principales países de inversión mundiales en la industria de las energías renovables en 2015. Otra característica esencial de la industria renovable chilena es la auto-sostenibilidad financiera de este mercado, ya que Chile es uno de los primeros grandes mercados libres de subsidios, donde los proyectos renovables pueden competir directamente con otras fuentes convencionales.

Basados en un trabajo detallado realizado en la UAI, por los autores S. Nasirov, C Agostini, C. Silva y G. Cáceres y titulado “Renewable energy transition: a market‑driven solution for the energy and environmental concerns in Chile”, sabemos que el sector eléctrico de Chile tenía 20.080 MW de capacidad instalada y 66,8 GWh de generación de energía en 2015. La capacidad instalada en fuentes de energía renovables ha aumentado marcadamente en los últimos años, de 720 MW en 2011 a 3.119 MW en 2016. Esto corresponde al 15% de la capacidad de potencia total instalada en el sistema, habiendo cumplido e incluso superado la cuota definida por la Ley de Renovación N ° 20257 para el año 2016. Entre las diferentes tecnologías, la energía solar contribuye a la capacidad instalada de ERNC con 1.267 MW, que representa la mayor parte de las energías renovables en el país con un 41%. Además, actualmente hay proyectos de ERNC en construcción para 2.336 MW y una fracción significativa de ellos son proyectos de energía solar. Particularmente en la energía solar, debemos destacar su gran impulso debido a políticas de desarrollo  planteadas por Ministerio de Energía y el Programa Estratégico Solar (CORFO) y aportes de estudios y/o innovaciones realizadas por centros como el SERC Chile (Conicyt), THEMSYS (UAI-Earth), GIZ y Fraunhofer entre otros.

También existe un número significativo de proyectos renovables, ya sea con aprobación ambiental o en evaluación, lo que aumentará significativamente la capacidad instalada de generación total una vez que se hayan construido. Estas cifras muestran un futuro prometedor para el desarrollo y despliegue de tecnologías de energía renovable en Chile. Como resultado, se espera que el objetivo establecido para 2025 del 20% de la generación de electricidad en el país proveniente de fuentes de energía renovables se cumpla antes de lo previsto.

Los proyectos que usan tecnologías renovables son particularmente atractivos en Chile porque el país está dotado de una gran variedad de fuentes de energía renovables, todas las cuales tienen un alto potencial para generar cantidades significativas de electricidad. En particular, aún no se ha explotado por completo un potencial significativo en biomasa, hidroelectricidad, energía geotérmica, energía solar, oleaje y eólica. Dotado con más de 2.653 millas de costa y las características adecuadas de las olas debido a la presencia de grandes olas que generalmente se encuentran en grandes océanos, Chile es uno de los sitios más apropiados en el mundo para la generación de energía a partir de las olas. El país también tiene un gran potencial geotérmico, ya que el 10% de los volcanes más activos del mundo se encuentran en su territorio. También tiene un pequeño potencial hidroeléctrico prometedor en varios lugares a lo largo de los territorios centrales y del sur. El clima en el desierto de Atacama en el norte de Chile posee las condiciones ideales para la energía solar, ya que recibe una precipitación anual de 0.6 mm, es conocido como uno de los lugares más secos del planeta y recibe la mayor radiación del mundo.

Con todo este desarrollo y potencial local anteriormente presentado, el próximo gobierno tendrá la obligación de continuar impulsando estas iniciativas y tomando a la transición energética, hacia una matriz limpia, como una política de largo plazo que ayudará a impulsar las ERNC como una de las nuevas grandes industrias y mercados nacionales.

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